Aunque la muerte por negligencia y el delito de homicidio implican la muerte de un individuo, existen claras diferencias en términos de los procedimientos judiciales que los separan.
Durante un litigio de muerte por negligencia, la sucesión del difunto intenta obtener una indemnización por daños en un procedimiento judicial civil. Los casos de delito de homicidio implican procedimientos judiciales penales durante los cuales la querella estatal busca que se pronuncie una condena en contra del acusado. Ambos procedimientos pueden llevarse a cabo por la misma muerte.
En una demanda por homicidio culposo, el demandante debe probar que el demandado es responsable mediante preponderancia de pruebas. Sin embargo, en un litigio de delito de homicidio, la querella debe probar la culpabilidad mas allá de toda duda fundada. En consecuencia, el peso de la prueba es mucho mayor que en un procedimiento judicial civil por muerte por negligencia.
Pérdida patrimonial
En una liquidación de muerte por negligencia, el demandado puede ser declarado responsable de las pérdidas patrimoniales sufridas por los miembros de la familia como consecuencia de la muerte. En general, la compensación de daños se limita a los cónyuges, hijos y, en algunos casos, los padres. Puede incluir:
- ingresos perdidos
- gastos médicos y funerarios
- ayuda económica que el difunto hubiese otorgado en el futuro
En un caso de homicidio culposo, la familia del difunto puede obtener recuperaciones mínimas por ciertas situaciones. Un caso de recuperación mínima será cuando el difunto es una persona mayor y sus futuros ingresos son mínimos. Cuando el difunto es un niño, los ingresos futuros especulativos pueden complicar el calculó de daños.
Daños punitorios
En algunos casos, los daños punitorios se adjudican. Esto se ve en los casos de actos ilícitos maliciosos.
En la mayora de los estados, los daños punitorios no se adjudican en una liquidación de homicidio culposo. Sin embargo, la legislación específica en ciertos estados permite la recuperación de dichos daños. En otros estados, un juzgado puede determinar si dichos daños son permisibles.
Un abogado de homicidio culposo podrá asesorarlo para saber si su estado permite daños punitorios.